Migración en puertos de EE. UU. cae un 82% bajo nuevas políticas de Trump
Las políticas migratorias de la segunda era Trump han marcado un antes y un después en los puertos de entrada estadounidenses. En febrero de 2025, 11.973 personas intentaron ingresar sin documentos, una caída del 82% frente a las 124.522 registradas en diciembre de 2024 (último mes de la administración Biden), según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Pero detrás de las cifras hay un escenario complejo, mientras 3.843 migrantes lograron entrar con un advance parole o permiso temporal, las nuevas restricciones han dejado a miles de personas en el limbo, analicemos estas cifras:
Datos clave del cambio migratorio
- Rechazos y retiradas: En febrero de 2025, 8.007 personas (67 % de las que buscaron ingresar a EE. UU.) fueron denegadas; la mayoría evitó sanciones al retirar voluntariamente sus solicitudes.
- Admitidos con condiciones: 3.843 personas, es decir, el 32 % del total, obtuvieron advance parole, un permiso temporal que les permite esperar en EE. UU. la resolución de su estatus. Otras 465 ingresaron con un Notice to Appear (NTA), o aviso de comparecencia, para presentarse ante un juez de inmigración.
- Vulnerabilidad persistente: 87 menores no acompañados y 1.263 familias (10,5 % del total) intentaron cruzar, lo que evidencia riesgos humanitarios aún presentes.
Pese a las medidas restrictivas del gobierno Trump, los mexicanos siguen siendo quienes más intentan cruzar la frontera sur de Estados Unidos, seguidos de los cubanos, haitianos y venezolanos.
¿A qué se debe la drástica reducción?
La disminución de migrantes en los puertos de entrada de EE. UU. puede atribuirse a tres causas principales, según explica el abogado de inmigración Héctor Quiroga, de Quiroga Law Office:
“En primera medida, se están aplicando políticas más estrictas, con controles reforzados en los puertos y consecuencias legales inmediatas. A esto se suma el efecto disuasorio de las campañas gubernamentales alertando sobre deportaciones aceleradas y, finalmente, un cambio de estrategia en el que los migrantes optarían por rutas informales o por esperar en México ante las nuevas barreras”, explicó.
Un nuevo panorama, pero con viejos desafíos
Aunque las cifras muestran un descenso significativo en los cruces por los puertos de entrada, los desafíos humanitarios persisten. La caída en los intentos no necesariamente refleja una menor necesidad de migrar, sino un endurecimiento de las vías legales y un posible aumento en los riesgos que enfrentan quienes aún buscan llegar a EE. UU.
En esta segunda era de gobierno Trump, un nuevo capítulo migratorio, el equilibrio entre seguridad fronteriza y derechos humanos vuelve a estar en el centro del debate.