Trump y los casos judiciales de inmigración: ¿habrá una nueva disminución en su segundo mandato tras una caída del 38% en su primer periodo?

Un caso judicial de inmigración es un proceso legal en el que se trata el estatus migratorio de una persona o su admisión a un país y que puede involucrar diversas situaciones, como la obtención de visas, la residencia permanente, la ciudadanía o incluso la deportación. En síntesis, estos procedimientos deciden el estatus migratorio de una persona, que puede verse expuesta a una deportación, aceptación de asilo, apelaciones de decisiones migratorias, entre otros asuntos.

Según los registros de casos individuales dados a conocer por TRAC Immigration, durante el primer gobierno del presidente Donald Trump (2017 – 2021), se registraron en promedio, mensualmente, 19.565 casos judiciales de inmigración, mientras que en la era Biden (2021 – 2025), la cifra llegó a cerca de 51 mil.

Comparando administraciones

Y es que si bien es cierto durante la administración de Barack Obama, se registraron 786 mil casos judiciales de inmigración, en el primer mandato de Donald Trump, en 2017, esta cifra aumentó a los 939 mil, mientras que bajo la presidencia de Joe Biden, el número ascendió a 2,447,244. Esto significa que, en comparación con Biden, el primer mandato de Trump registró un 38% menos casos judiciales de inmigración.

Los hallazgos se basan en un análisis detallado de millones de registros de tribunales de inmigración que abarcan casos en los que funcionarios de agencias como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) han interpuesto demandas solicitando la decisión de un juez de inmigración. La mayoría de estas peticiones buscan que un juez emita una orden de expulsión que permita al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) deportar al extranjero.

¿Qué consecuencias podría traer para los inmigrantes?

Si bien es cierto se pueden presentar menos registros de casos judiciales de inmigración, esto no significa una garantía para que se atiendan de manera expedita, ya que el sistema enfrenta una acumulación de más de 3,7 millones de casos y, adicionalmente, cuenta con menos jueces, lo que hace que el proceso sea aún más lento.

Además, quienes son arrestados se exponen a retrasos adicionales en sus procesos y más si se tiene en cuenta que según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), desde el 20 de enero hasta el 12 de marzo, la administración Trump ha detenido a cerca de 33 mil inmigrantes, lo que implica un promedio de 647 arrestos diarios, situación que congestiona aún más el sistema. De este total, el 26% de los detenidos no tenía antecedentes criminales.

Según datos del Centro de Acceso a Registros Transaccionales (TRAC), a finales de enero de 2025, de un total de 3.728.680 casos atrasados, 1.881.069 inmigrantes ya habían presentado solicitudes de asilo formales y están a la espera de audiencias o decisiones en el Tribunal de Inmigración.

¿Podrían aumentar los casos de deportación exprés?

El inicio del segundo mandato del presidente Trump marcó un precedente sobre su postura en política migratoria. Entre enero y febrero de 2025, ICE deportó a cerca de 11 mil inmigrantes. Si este sistema judicial se ve muy cargado o inactivo (por ejemplo, con menos audiencias judiciales o menos recursos), podría darse una tendencia a acelerar ciertos procesos de deportación sin una revisión exhaustiva, lo que afectaría a los inmigrantes que tienen opciones de defensa que deberían ser tenidas en cuenta.

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